domingo, 25 de diciembre de 2011

SPOILERS!!! Las claves de "El diario de los Personas"

[Advertencia: Leer este artículo sin haber pasado por la experiencia  del correspondiente relato puede resultar en diarrea, vómitos y pesadillas protagonizadas por escenas de películas de Uwe Boll.]

¿Soy yo ese que me está mirando?

Es innegable el impacto que están teniendo los relatos de corte psicológico en todas las facetas de la cultura popular moderna; y es que en una sociedad ya saturada de las mismas películas y libros se exige algo distinto que nos saque de la estancada secuencia de besos, puñetazos y disparos.

No estoy en disposición (ni por conocimientos, ni por vocación, sólo soy un aficionado al punto de cruz) de daros un recorrido por la historia de este tipo de obras, pero sí diré que hay bastantes que, aparte de la trama propiamente dicha, se centran en la mente de sus protagonistas, hasta el punto de que el propio mundo en que se desarrollan sea una construcción suya. Ejemplos de ello son películas como la ya conocida “Shutter Island” o el tramo final de “El club de la lucha”, libros como “a scanner darkly” o ciertos relatos del fantástico Haruki Murakami, series de anime como “Paranoia agent” e incluso videojuegos en los cuales lidera en este aspecto la saga “Persona”.

Precisamente fue este último nombre, “Persona”, el que levantó mi pasión por la psicología y, especialmente, por la doctrina de Carl Jung. “Persona” es una saga de juegos nacida en los 90 que cuenta con 6 juegos en total  y 3 más en camino, además de una (lamentable) serie de anime y otra más actualmente en emisión (que resulta ser espectacular). No es el objeto de este artículo hablar más sobre esta maravillosa saga, quién quiera hacerlo tiene abundante información sobre ella en “Internete”, pero sí voy a  resaltar ciertos aspectos de ella que he “tomado prestados” para realizar la obra.

-         La sala del terciopelo azul (“Blue Velvet Room”). En ella habitan Igor, el maestro de la sala, y su secretaria (Elizabeth o Margaret, según el caso). En ella se pueden fusionar distintas “personas” (que son monstruos usados en combate) para dar lugar a otros más poderosos. No obstante, y a los efectos que nos interesan, lo interesante de la sala es la simbología: el terciopelo y el color azul. El terciopelo, dado su suave tacto, se puede corresponder con la complacencia y, espiritualmente, con el talento; por su parte, el color azul representa la relajación, el sueño y la tranquilidad. A todo ello hay que añadir la sosegada canción a piano, la cual enlaza el conjunto Así, fusionando el significado de ambos elementos, encontramos sentido a las palabras con las que Igor nos da la bienvenida a esta peculiar sala:

                                  “Este lugar existe entre sueño y realidad, mente y materia…”

      Por último, mencionar que el hecho de cambiar a Igor por la misteriosa anciana con bastón se debe a un intento de dar un mayor significado al conjunto, ya que simbólicamente la anciana representa el conocimiento materno al que nuestro protagonista, como se dilucida de la obra, nunca ha accedido.

-         Cartas del Tarot. Mediante la obtención de cartas, los protagonistas del citado videojuego pueden invocar “Personas” más fuertes mediante la fusión. No obstante, el trasfondo es mayor que esto, ya que cada personaje tiene un tipo que se corresponde con determinada carta que le da nombre. Así, si un personaje tiene el tipo “Emperador”, su personalidad se corresponde con esta carta. ¿Cómo influyó esto en la obra? Si recordáis, el protagonista recupera ciertas cartas que se corresponden con partes de su personalidad que creía perdidas debido al fuerte shock que le supuso la muerta de su hermana, que son:

o       El enamorado (“The Lovers”). Originalmente, la carta supone la elección del hombre frente a dos mujeres. En el contexto de mi obra, quise darle un rumbo más obvio, que era el de recuperar su propio corazón, su capacidad de volver a enamorarse. Sólo a través del propio perdón por lo ocurrido con María, sería capaz de dar la vuelta que se merece a su auténtico yo y volver a ser uno con él. Y es que para aprender a amar a los demás, primeramente hay que aprender a amarse a sí mismo. De modo que quiero veros a tod@s amándoos ahora mismo y, cuando hayáis acabado, podréis seguir leyendo. Eso sí, ateneos a las consecuencias…

    “He estado meneándome la vara desde ayer…”

o       La muerte (“The Death”). Imposible hacer algo más obvio, ¿verdad? Hasta que el protagonista no aceptase la muerte de Nanako como algo que él no podía evitar y dejase de culparse, no volverá a ser él mismo. Sobre el hecho de que la muerte fuera una atractiva mujer, bueno… lamento no dar una explicación más profunda que el hecho de que me gustó el papel de Diablo/Lucifer/princesa oscura de Elizabeth Hurley en la película “Al diablo con el diablo”. La muerte ha recibido tantas caras a lo largo de la historia que esta ya no resulta relevante. Lo que sí es relevante es el acto de lanzar la moneda, que resulta ser de dos caras, lo cual nos enseña que la muerte es un acto más de esta obra que resulta ser la vida, cuya aparición no aparece contemplada, pero que sin duda lo hace.

De repente me siento tentado de conocer a la muerte. Quizás debería ver “Dragon Ball Evolution”…

o       El juicio (“The judgement”). También llamada “Justicia”, es una carta de la que he vuelto a dotar de un significado bastante literal. En ese juicio el protagonista hace frente no sólo a su viejo amigo, sino a su propio futuro. Tal y como se menciona al principio del relato, está inmerso en el mundo del Derecho más por vocación que por devoción. A través de ese juicio va a recobrar no sólo su sentido de la lealtad frente a su amigo, sino la chispa que le faltaba para continuar adelante con la carrera elegida. Por lo poco que vimos en el juicio, va a ser mejor abogado que muchos que conocemos…

“Sí hombre, como si los abogados tuvieran secretarias y trabajasen en grandes rascacielos. ¡Mira ese, lleva cinturón! Qué chorras son estos de Hollywood…”

-         Personas. Con tanta obviedad voy a tener que cambiar el título del blog a “el blog del Capitán Obvio” (ESTO ES UN PARÉNTESIS), pero es necesario hacer mención al mayor elemento que he tomado prestado del videojuego. Las “Personas” son las muchas máscaras que lleva una persona en sociedad para ser aceptado, aunque en el marco del relato lo he modificado ligeramente y las he catalogado como los distintos aspectos que conforman la verdadera personalidad del protagonista. Así, su objetivo es volver a ser él mismo mediante la recolección de las diversas máscaras, recuperándolas de manos de aquellos que le permitieron crearlas. Ahora sólo queda una pregunta en el aire, ¿Qué hubiera pasado si no hubiera podido recolectarlas todas? Eso es un agujero en el argumento que el propio lector deberá llenar con su imaginación, junto al hecho de que quizás nada de lo que pasó fuera real…


Mencionar, con respecto a las licencias que tomé de la saga “Persona”, que el poema “Der Doppleganger” que pudisteis leer en las reflexiones iniciales aparece en el opening de “Persona 2: Innocent Sin”.

Ahora veamos qué mas se puede explicar, repasando para ello cada capítulo.


Capítulo 1: mi viaje

Se presenta al personaje principal, desgranando algunos aspectos de su personalidad, a la vez que aparece Teresa, compañera de trabajo con la que parece llevarse bastante bien. Desde el inicio ya vemos al protagonista “completo”, esto es, viviendo su vida de adulto de acuerdo a lo que aprendió de su experiencia pasada, la cual nos relata a continuación. Está casado con María, la cual no pudiendo llegar a ser la gran actriz que esperaba se conforma con aparecer en pequeños papeles; también mantiene una relación a distancia con su amigo Lucas, el cual parece haber cumplido su sueño de ser diplomático.

Este capítulo en realidad es una mera introducción de los objetivos que deberá cumplir nuestro protagonista en el resto de la obra, penetrando a través de su subconsciente mediante la puerta que le abre la anciana en la sala del terciopelo azul. Su falta de rostro, junto al hecho de que el secretario de la anciana en la sala sea él mismo, nos indica que él ya no sabe quién es, teniendo que volver a reunir las distintas máscaras (personas) que conforman su verdadero yo.


Capítulo 2: mi camino andado

En este capítulo se nos relata cómo el protagonista obtiene las tres cartas que le faltan para recomponer su verdadero ser: el enamorado (que obtiene disculpándose con María por su tozudez), el juicio (que obtiene poniéndose en el lugar de Lucas) y la muerte (que obtiene comprendiendo y aceptando la muerte de Nanako). Para más señas sobre estas cartas, me remito a lo dicho en el apartado “Cartas del Tarot” de este artículo.

Al final estas tres cartas se fusionan dando lugar a la carta “El mundo”, que es la confirmación de que su camino por el sendero del auto-conocimiento ha concluido, por lo menos en esta fase. Esto mismo se muestra en el entorno fragmentando, con el vasto cielo azul arriba y abajo, reflejándose en el agua cristalina. El cielo simbólicamente indica infinidad y, en nuestro contexto, infinidad de caminos, opciones y posibilidades. El mismo protagonista lo sabe, y de ahí aparece la gran sonrisa que muestra justo antes de desaparecer de ese extraño mundo que tanto le ha enseñado sobre él mismo y los demás.


Capítulo 3: mi final, su comienzo

“Bien está lo que bien acaba”. Esta máxima se aplica al protagonista de la obra: consigue a la chica, recupera a su mejor amigo, reanuda el rumbo de su vida… lo único que no puede ser cambiado es la muerte de su hermana Nanako. Ante eso no queda más que resignarse, despedirse de ella y seguir adelante, siempre recordando los buenos momentos que les brindó esa amable y calurosa niña.

No obstante, para lo que él es el final de la historia, para Teresa es el comienzo de su camino. ¿Conseguirá hallarse a sí misma o terminará dejando atrás todo lo que ha conseguido en la vida?


Eso es todo en lo que respecta a las claves de “El diario de los Personas”. A los que habéis llegado hasta aquí supongo que esperaréis unas últimas palabras finales que dejen claro mi “omnipresente” intelecto. Ahí van:

¿Sabíais que los antiguos romanos, a la hora de prestar juramento, juraban decir la verdad sujetándose para ello los testículos con su mano derecha? De ahí viene la palabra “testificar”.

Sé lo que estáis pensando: “¡DIOS MIO! ¡HA DICHO “TESTÍCULOS”!”

Así es, y no pienso disculparme por ello. Porque soy un tío guay, ¡tengo novia!

Cuidado, aquí tenemos a un malote


A la que le encantan los videojuegos y está muy buena.


Vale, en realidad eso es bastante guay

Gracias por leer hasta el final.

Os saluda,

Donald Light.


PD: Lamento haber estado tanto tiempo apartado del blog. Hace 7 meses el club "Anti-Donald" logró apresarme mediante un enrevesado plan que incluía pasteles y una piñata, tras lo cual estuve encerrado todo el verano comiendo dos veces al día nada más que puré de patatas y zumo de remolacha. Al final me acabaron liberando, pero acabé siendo adicto al zumo de remolacha, por lo que tuve que internarme en una clínica de desintoxicación. Ahora ya estoy en casa haciendo vida normal, aunque me encuentro un poco enganchado al arroz blanco sin cocinar que nos servían en la clínica; me lo como a puñados, espero que no me pase factura...

En cualquier caso, espero que este artículo y el próximo relato estén a la altura de tan longeva espera.


[En unos días tendrá lugar la presentación de la última obra del año: “La importancia de ser un perdedor”.

¡FELIZ NAVIDAD a tod@s desde el blog menos leído de la Red!]